Peste
¿Cuando la muerte entra en tu casa, qué puedes hacer? Huir de la casa, propagando la infección más y más. O confiarte a los doctores de peste cuyos cadáveres están cerca de los de sus pacientes. ¿Puede ser que mejor sería acudir a Dios? El espíritu limpio y carne limpia no es lo mismo. Se puede negar la fatalidad de la muerte y entregarse al pecado, pero para la muerte no le importa si tú lo temes o no.En la mitad del siglo XIV la pandemia de peste abarcó la Europa medieval, dejando tras sí las ciudades devastadas y montañas de cadáveres. En el subterráneo donde todavía se percibe el olor de la muerte negra, a los participantes de horrores de Tallinn se concederála posibilidad de pensar en lo que podrían hacer ellos.
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